
Si en el camino de regreso a la rutina, alguien se te hace encontradizo, te pregunta por lo que ha pasado últimamente en tu vida y le cuentas y acogiendo tu relato de amargura y frustración te ayuda a dar sentido a lo vivido, no dejes de invitarle a quedarse contigo... Al compartir el pan caerás en la cuenta de quién es.
Nos llegan noticias de resurrección. La vida ha triunfado. TODO ES POSIBLE. TENEMOS FUTURO.
Nos vemos en Galilea.